lunes, 1 de septiembre de 2008

Lo que es el amor

El amor es una realidad y un sueño,
un sentimiento inusitado, un deseo fraternal;
la mirada de tus ojos sonriente y celestial;
la fortaleza y debilidad de este mundo,
que todo lo ve grande y pequeño.

El amor es la esperanza de mi vida,
el confort y la fortaleza en la tuya.
Mis risas contundentes y tu lagrima gemida,
que uniforme y solemne sustituya,
los males de este mundo nos fustigan.

El amor es abstracto, único e irreverente,
luchador incansable y vencedor de las batallas;
indisoluble, firme, cabal, contundente;
es sobrio, alocado, insurrecto, con agallas,
como esa mirada que te mira de frente.

El amor es compartido, de muchas almas;
de dos corazones que laten hasta el éxtasis
de mil sueños, de sinsabores que me salvas,
que se derraman hasta llevarte a la metástasis
de convencerte que soy yo lo que más amas.

jueves, 17 de abril de 2008

¡Qué calor tan fuerte!

¡Qué calor tan fuerte,
qué indecible gozo!
El sol que parece tortuoso,
más es mi ansiedad para verte.

Olvidarme de ti, jamás.
Yo no podría abandonarte,
no serías poema de paz,
yo no podría soltarte.

Tus preocupaciones nuevas,
como los cantares de mi pueblo,
letras de mi sueño nuevo,
las almas que renuevas.

Ya muchos son los misterios
que te persiguen,
por las letras que tú escribiste,
dime quienes lo deciden.

Triunfaste al ocaso,
triunfaste a la nueva aurora,
la derrotada por tu alma seductora,
por la intensidad de tu brazo.

Por los labios que me besaste

Esta noche de gran placer,
me perdí en tus ojos,
llegué hasta un abismo,
y hallé tu alma:
blanca luz enamorada
y dulce prodigiosa,
intensa, pálida, hermosa.

En los brazos tenues de tu cuerpo
me refugié dolido,
esperando que me miraras,
más no me miraste,
mi cuerpo y mi alma estrujaste,
con las palabras que me dijiste.

En el recóndito vacío de tus ojos,
mis ojos anhelan mirarse
romper de mi alma los rastrojos,
y a tus pies ofrendarse.

Dime: ¿a dónde te fuiste?
¿por qué te marchaste?
¿fueron las letras que me escribiste?
¿fueron los labios que me besaste?

Por los labios que me besaste
humildemente te pido
que regreses a mi lado,
y dejes, amor, tu olvido.

No lloraré más

No lloro por tu amor,
porque eres un castigo.

No lloro por tu cariño,
porque es un extraviado camino.

No lloro por tus ojos,
ojos infantiles que nunca vi.

No lloro por tu piel,
piel ajena que nunca sentí.

No lloro por tu adiós,
Alma inoportuna de más de dos.

No lloraré más. No, no lloro por ti,
porque no lo mereces.

No lloro por ti,
porque ya estoy muerto
y en este estado no siento nada
de tu destino incierto.

Siento que te moriste,
te sepultaron en el limbo,
y de tus restos, partiste,
quedando sólo cenizas;
mi olvido en un sismo
y tus palabras olvidadizas.

viernes, 14 de marzo de 2008

Dilema de amor

Eres lo que yo no había vivido,
eres mi castigo, mi tormento,
eres el amor de mi vida, prohibido,
que llevo en mi pensamiento.

Eres el misterio inalcanzable,
la ilusión de mis sueños heridos.
Eres la voz y la palabra amable:
¡Qué dolor que sólo seamos amigos!

¿Cómo son tus noches? No adivino,
ni tu voz, ni tu encantamiento.
¿Cómo son tus días? No imagino,
como son tus horas de recogimiento.

Allí estás, Amor, tan cerca y tan lejano,
en tu soledad oculta y tu vacío;
con este querer loco y mundano,
ya cansado y lleno de hastío.

Hasta ahora te encuentro, hasta ahora,
Y te encuentro perdido de amor,
en los brazos de una mujer, de una señora,
y me suplicas que no apague tu voz.

Tu corazón y el mío se encuentran,
se miran, se sonríen cómplices;
se ven a escondidas, se citan,
y se aman a diario mil veces.

Nos amaremos toda la vida,
para encontrarnos para siempre,
en la cuna de amor adormecida,
a partir del mes de diciembre.

Y justo en ese mes, volverás a decir,
que no puedes aparecer, que no estás,
que ya no puedes seguir:
entonces: sabré que no vienes y que no vas.

Tú eres como los temporales fríos:
Eres efímero, llegas tarde y te vas pronto.

lunes, 10 de marzo de 2008

Déjame dormir

Desnuda el alma postrada
en mito espontáneo yace,
mi desnudez en tu cama nace,
despojándome la sábana amarrada.

Desnúdame el cuerpo y el alma
en un tirón de las cobijas,
y satisface conmigo pesquisas
de conocer mi sexualidad en tu cama.

Soñoliento mi respiro aletargado
y tardo para comprender la realidad,
despierto del sueño de piedad,
y continuo a mi cama amodorrado.

Me muevo en la cama buscando calor,
tratando de volver a mi sueño,
mi almohada me recibe fuereño,
impidiéndome volver a su candor.

Devuélveme mi cobija, pronto,
deja de mirarme, de juzgar mi cuerpo,
de mirarlo siempre con desconcierto,
déjame volver a mi sueño, mi sueño tonto.

Libérame y libérate; ya te puedes ir.
Vete a buscar la vida que esperas.
Sigue viviendo la historia que quieras.
Déjame volver a mi sueño. Déjame dormir.

jueves, 6 de marzo de 2008

Tu pequeño juglar

Soy tu pequeño juglar,
el hombre imperfecto:
al que tú sabes amar:
Tu amante discreto.
que te espera al llegar.

Soy tu pequeño juglar:
tu amante apasionado,
tu amor incomprendido,
Tu amante lejano
por tu amor rendido.

Soy tu pequeño juglar:
que te compone canciones,
que te recita poemas,
que llora de emociones,
que te cuenta sus penas.

Soy tu pequeño juglar:
trovador de vagancias,
soñador de tus pasiones,
regurgitador de fragancias,
de tus cabellos y tus dones.

Soy tu pequeño juglar:
que te sostiene en un nube de plata,
te lleva sobre sus alas al cielo,
te arranca de la tierra y te rescata
para que vivas libre de celo.

Soy tu pequeño juglar:
emborrachado de tus placeres,
enloquecido de tus amores,
saciado por ser como eres:
librándote de mil dolores.

Soy tu pequeño juglar:
tu humilde escritor empedernido,
que te busca diario, a todas horas,
¿dónde te habrás escondido?
Que te busca y te demoras.

Soy tu pequeño juglar:
que te envía palomas mensajeras,
para informarte que muero de amor,
llevan a tus manos mis cartas sinceras,
y yo te pido que vuelvas, por favor.

Soy tu pequeño juglar:
con ojos de amante desgarrado,
te suplica que no me olvides;
que no olvides este amor agraviado,
por la soledad en que vive.